Salas ligeras magistrales: eficaces, flexibles y realizables en poco tiempo
Un cliente nos encargó la construcción de cuatro naves ligeras. Tres de ellas tienen 25 m de ancho y 45 m de largo, y una 25 m de ancho y 40 m de largo, lo que equivale a 4375 m² de espacio adicional. El punto más alto de los laterales es de 5,3 metros.
Dado que nuestro cliente necesitaba las naves con muy poca antelación y no había tiempo para realizar una obra de cimentación, se debió adaptar las naves a una superficie muy irregular. En algunos puntos hubo que tener en cuenta diferencias de altura de hasta 1,6 m a lo largo y alrededor de 1 m a lo ancho.
Las naves sin aislar están equipadas con chapas trapezoidales con revestimiento anticondensación y cuentan con un zócalo fresado con sellante bituminoso para proteger la mercancía almacenada de la mejor manera posible contra la humedad.
Las naves cuentan con portones corredizos de 4,8 x 3,5 metros que permiten una operación fluida del almacén. Un total de 12 extractores de humo y calor en el techo, junto con suficientes puertas de evacuación, garantizan el cumplimiento de las medidas de seguridad necesarias. Gracias a los abridores motorizados y a las centrales de detección de viento y lluvia, las naves también se pueden ventilar adecuadamente y se cierran automáticamente en caso de tormentas o lluvia.
La nave industrial está diseñada para una carga de viento de 0,5kN/m² y una carga de nieve de 65Kg/m², y también ofrece es lo suficientemente resistente como para instalar un sistema fotovoltaico en la superficie del techo. Esto permitiría, por ejemplo, hacer funcionar la iluminación interior de las naves con la electricidad generada.
